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Tema: ¿Juegas? [Priv. Jugadores de Poker] Vie Jul 19, 2013 7:35 am
Los neones pasaban, como los segundos que el reloj iba agotando hasta la hora estipulada para comenzar la partida. El coche traqueteaba y Mike permanecía tirado con la pierna estirada apoyada en el sofá de enfrente de la limusina, sin demasiado animo.
En el tiempo que llevaba en la Vegas había perdido más dinero del ganado. Ciertamente su fortuna apenas se había resentido pero no podía seguir con aquella racha, "Esta es la última Mike" se decía a si mismo todo el rato, sabiendo que seguramente no fuera así.
Estaba citado en Off-Strip, en un local de mala muerte. Siempre había demostrado ser un ansioso de emociones y cuando de manera extraoficial le comentaron la existencia de dicha partida, no pudo decir que no.
Tenía claro que la gente con la que se iba a codear aquella noche distaba mucho de lo que normalmente se movía entre sus alrededores y por eso se había vestido más informal: Llevaba una chaqueta vaquera azul ligeramente roída por los lados, unos pantalones también vaqueros "sin marca" para no llamar mucho la atención, rasgados en las rodillas y por debajo de las nalgas, "Estás totalmente cañón Mike", Se había dicho a si mismo antes de salir de la suite del hotel, unas deportivas marca... ¿Kelme? demasiada costumbre de tener zapatos, aunque tenía que admitir que ese calzado también era cómodo y para terminar una camiseta de un equipo de beisbol que ni sabía quien era ni tampoco le importaba, era ancha y le caía por debajo de la chaqueta.
Cuando comenzó a entrar en los barrios "malos", golpeó el cristal para que su chófer parara y no se internara más, no quería que le vieran como realmente era o con que había llegado hasta allí. Cuando se paró, le abrieron la puerta y bajó, se ajustó la chaqueta y aspiró el aire putrefacto de los barrios más bajos de las Vegas.
El chófer se quedó erguido esperando ordenes, Mike le miró a la vez que le decía - Vete a dar una vuelta, ten el móvil encendido y te llamaré cuando te necesite para recogerme. Este será el punto de encuentro ¿Entendido? - Dijo señalando el lugar donde se encontraban en ese momento. El hombre de mediana edad asintió y se marchó con el coche.
Aquella noche había decidido hacerse el macho y salir a la calle sin guardaespaldas, para demostrarse a si mismo que sabía cuidarse por si solo. Dio unos cuantos pasos, giró un par de esquinas y llegó hasta la puerta del local donde todo estaba organizado. Saludó con un gesto de la cabeza al portero que le abrió al instante, "Si me lo propongo puedo ser como la gente pobre...".
Acostumbrado a las zonas por las que solía moverse no pudo evitar un gesto de desagrado al sentir el olor a sudor, alcohol barato y humanidad que desprendía aquel lugar. Pero él, muy estoico, hizo de tripas corazón y siguió por donde una camarera le indicaba. Desviaba su mirada al movimiento de su trasero en unos short bastante ajustados, ¡¡ellos le mostraban el camino!!.
La habitación distaba mucho de lo que estaba acostumbrada: estaba oscura, solo iluminada por un foco quedaba a una mesa central, con un tapete mugriento que hace tiempo fue verde, ahora estaba descolorido por el uso o quizás fuera porque lo habían recogido en el cubo de basura que había en la esquina. Cuatro sillas alrededor daban el toque final a aquella habitación que seguramente fuera usada para tortura cuando no tenían otra cosa que hacer.
"Vamos a ello...". Pensó mientras entraba con seguridad en la misma.
Última edición por Mike Fox el Dom Jul 28, 2013 7:46 pm, editado 1 vez
Eva Black Demonio
Mensajes : 45 Fecha de inscripción : 30/06/2013
Tema: Re: ¿Juegas? [Priv. Jugadores de Poker] Vie Jul 19, 2013 9:14 am
Cuando eres inmortal te aburres mucho. Suena fantástico al principio. Eternidad y juventud. Después de varios años puede que ansíes las canas. En el caso de Eva... tal vez perder las alas.
Sí. Era verdad. Se sentía como una de esas damas que decide, a los cincuenta, que ya no es suficiente. Tirarse al jardinero no bastaba. No cuando eres, eras, un ángel. Pero era parecido. Quería romper con todo. Ser otra Eva distinta. Andar descalza, beber de la botella. Quería epatar, sembrar el pánico, robar los bolsos. Lo quería todo.
Caminaba segura, con un channel muy negro, muy demasiado corto, vértigo en los tacones y sin ropa interior. Rimel en las pestañas, las uñas color sangre, guantes de seda oscura y un cigarrillo largo.
Estas locuras nuevas, sin un plan de antemano, eran esa respuesta. El rechazo evidente a su vieja rutina. A la opresión, las normas, que habían guiado su vida por demasiado tiempo.
Era una reina. Nueva. El ajedrez de la ciudad tenía ahora nuevas reglas. Ahora, era capaz de nuevos movimientos. Comer en diagonal era tan excitante...
Deambulaba por los barrios bajos como si fuera uno de ellos. Y sin embargo, sus ropas, su postura, gritaban lo contrario. No importaba. Eva llevaba dentro parte de ese pesar, rabioso, de los que ya han perdido lo que les importaba. Y aún así, se sentía liberada. El bien ya no la ataba. Nunca más alas blancas.
Algunos atrevidos dudaron abordarla. Una única mirada les hizo replanteárselo. El Infierno puede tener ojos castaños, y unos labios pintados con Bourjois rojo 5.
Ladeando la cabeza al ritmo de su vientre, marcando las caderas, era una nueva zorra queriendo jugar fuerte. Si no duele, no cala. Su cabello, más corto, marcaba el ritmo del hip hop que latía en su cabeza.
Do you feel this I wanne feel this Are you ready? I don't think so
Seguía sintiendo el chelo, tatuado ahora en su piel, dibujado en su espalda. Pero no era lo mismo. La antigua melodía era ahora disonante. No arrojaba respuestas, tan sólo más preguntas.
Ahora buscaba algo. Aún no sabía decir qué. Pero estaba dispuesta a encontrarlo. A encontrarse. Manchándose las manos.
Somebody give me my truck So I can ride on the clouds So I can turn up the bass Like
Una nueva calada, Gilda de los 90, mordiendo la boquilla suavemente. Hoy no buscaba a Madison. Buscaba un sabor nuevo. Un perfume distinto. Humo viciado, que aún no hubiera probado.
Peligros diferentes. Encarnar el peligro. Hacer temblar a otros... de tantas otras formas. Sonriendo como un camaleón, un cocodrilo, había entrado en un bar, un mero antro, siguiendo sólo el rumbo de su aura. Poder y fuerza, supremacía de barrio, ganadores de bronce que creen ser oro sucio.
Eva era aria ahora. Super mujer que olvida cada límite, que puede hacerlo todo, que escupe a los judíos. Pidió sólo una copa, dispuesta a recibir invitaciones, y balanceó su cuerpo hasta la barra, sin dejar de observar.
Somebody pass my guitar So I can look like a star And spent my cash like
Las presas, sin saberlo, iban mordiendo anzuelos, estratégicos. Se sentía más mujer, más perra en celo, añorando un collar... con el que ahogar a otros.
La oliva en su martini fue asesinada rápido, mártir a dentelladas, mientras la noche sólo comenzaba y las burbujas le hacían cosquillas en la boca. Y así, avanzó, hasta la oscura madriguera que escondía el corazón de esa mazmorra obscena, dónde ella era el ser más indecente.
What ya gonna do when the crowd goes, waaoo Why ya standing on the wall Music starting everywhere So why don't you just move along?
Una mirada rápida y una mesa de juego, ampliando su sonrisa, no felina, atigrada, refulgiendo amenazas. La noche aún era joven. Y ella, aún tenía mucho tiempo.
Demasiado.
I see you looking at me Like I'm some kind of freak Get up out of your seat Why don't ya do somethin
Spoiler:
*El comentario sobre los "arios" y los judíos es simple retórica, como jugadora desapruebo y aborrezco totalmente la ideología nazi.
Mike Fox Mortal
Mensajes : 70 Fecha de inscripción : 03/07/2013
Tema: Re: ¿Juegas? [Priv. Jugadores de Poker] Sáb Jul 20, 2013 7:38 am
Me senté en la silla que daba vista a la puerta que permanecía abierta, daba a la barra del bar, parecía que aquel lugar no pretendía esconder aquella mesa, aquel pequeño recinto totalmente ilegal que se abría más allá de ese local de mala muerte.
Si la policía hiciera una redada, seguramente todos acabarían en la cárcel por juego, pero tenía un par de cosas claras desde que la puerta de chapa reforzado se había cerrado detrás de mi: Allí hacía mucho tiempo que no venía la policía y lo segundo es que aquello le producía un morbo insano que tenía que luchar por controlar.
Un hombre con un gran cajón se acercó hasta el acompañado de la camarera que pululaba por el local desde que había entrado, la que se dedicaba a recoger vasos vacíos. El hombre dejó la caja en la mesa y la chica le miró con la interrogación marcada en su rostro.
- ¿Con cuanto se juega en esta mesa? -Le preguntó al hombre - Whisky doble cariño, con un hielo y intenta que no sea demasiado grande - Le dijo a ella mientras la guiñaba un ojo. Al instante se dio cuenta de que el whisky de aquel lugar sería ¡¡Malísimo!! "¿No querías ir de plebe? pues esto también es parte del juego". Pensó a la vez que sacaba un pequeño fajo de billetes y contaba cinco para luego entregárselos al hombre que, antes de entregarle las fichas, comprobó que todos eran verdaderos.
La joven llegó con el whisky y un posavasos ¡Qué nivel! pensó para si mismo, después al probarlo le costó mucho no escupir a la par que miraba hacia otro lado. "Si que quema el alcohol malo, y por Dios esto parece sacado de la taza del water". Dedicó otra sonrisa, más forzada ahora pues lo único que deseaba era pedir un vaso de agua y calmar el fuego que le recorría las entrañas.
Todo volvió a quedar en silencio, después de tres tragos parecía que iba sabiendo mejor o que su lengua empezaba a diferenciar menos los sabores, decían que ese alcohol te llevaba a la borrachera mucho antes que los buenos, pero Poker + Borrachera no eran buenas compañeras. Se rió el solo.
Entonces fue cuando los tacones le sacaron de su retiro personal. Con las manos apoyadas en la mesa y parte de los antebrazos también, solo tuvo que levantar la vista para ver a la culpable del desvanecimiento de su pensamiento, de su evasión espiritual.
Era una chica joven, más o menos de su edad, tenía un vestido negro que podría quitar el sentido hasta el mismísimo Jesucristo y que realzaban sus curvas como hacía tiempo que Mike no veía. Tenía una mirada felina, agresiva y seductora diciendo "Si quiero, tu caes" "¡¡Ay gatita!!... muchas han venido con esa copla". Los labios aún le brillaban a causa de la copa que tenía en la mano. Martini, deduci por la forma de la misma aunque carente de la aceituna que le daba aquel punto especial, seguramente porque habría sido la primera víctima que había sido presa de su telaraña.
Pero el pelo lo tenía corto... tanta belleza desperdiciada de ese modo, retirando de unos cuantos tijeretazos toda la sensualidad y feminidad producía un pelo largo, suelto, en el cual introducir las manos, embeberte de su aroma cálido y perfumado o sujetarlo con fuerza y obligarla a mirar tu rostro mientras tomas posesión de su cuerpo.
"Bueno pero quizás para un polvo...". No había venido buscando eso evidentemente, pero la noche es joven y quizás la suerte de la que se enorgullecía le sonreía también en esas horas, haciendo que la partida fuera más larga a la hora de repartir que a la de jugar.
- Buenas noches - Sus palabras sonaron suaves, relajadas y inexpresivas a la vez. Se hubiera levantado a retirarla la silla quizás si hubieran estado en un casino como Dios manda pero aquí, en los bajos fondos, solo se regían por las leyes primarias y la educación no es que formara parte de ellas, "Tampoco la limpieza" Terminó haciendo el apunte en su cabeza.
Eva Black Demonio
Mensajes : 45 Fecha de inscripción : 30/06/2013
Tema: Re: ¿Juegas? [Priv. Jugadores de Poker] Dom Jul 21, 2013 5:25 am
Eva río, sin preámbulos, sin preocuparse de parecer excéntrica, tal vez inapropiada. ¿Loca? Río, con su sonrisa blanca cubriendo sólo a medias el brillo de su voz, afilada, ahora carcajeándose.
Estaba comenzando. Y era casi como si se sintiese espectador, observando la escena en tercera persona. Alzó una ceja sabia, cómplice, que marcaba el inicio de la trama, el nudo de esa historia, breve, en ese oscuro antro.
Sosteniendo ahora el martini con una de sus manos dejó que la otra, libre, dibujara el tapete con sus dedos, bailando, marcando territorio, mientras hacía lo mismo, ávida, moviendo las caderas. Había un ritmo latente rodeándola. Ese sonido agudo y peligroso que sólo oyen los perros. Amenazas.
Sus ojos, casi negros, devoraron al joven imprudente que había alzado la voz en un saludo. Había un reto voraz y descarnado viviendo en sus pupilas, sin más velos. El demonio que vive en las miradas, que te tientan. - ¿Buenas?
Su voz sonó a veneno y miel, melosamente amarga. Avanzó varios pasos navegando sus dedos en el verde, ahora ocre, llegando hasta los hombros de ese hombre, sin pedirle permiso. Las mantis religiosas no dan la bienvenida.
Sintió la tela áspera, informal, y su sonrisa creció, fiera, rabiosa. Le gustaba lo duro, lo difícil. La espina más que el pétalo, en las rosas. Miró a esos ojos blancos, líquidos, odiando la evocación azul que despertaban en su mente. Un recuerdo borroso, alado, doloroso. Un eco de un ayer marchito y roto.
Quiso vengarse, en otros, en cualquiera, tal vez consigo misma. Sus yemas fueron uñas, clavándose, insinuadas, y sus ojos latieron con un fuego distinto, más violento y ardiente.
- ¿A qué jugamos? ¿Cuánto quieres perder?
Miró directamente al hombre, juzgando cada línea en sus facciones. Aborreciendo el canon en su rostro, la perfección etérea en su equilibrio. Odiando lo adecuado, lo correcto, lo modélico y bello. Odiando no ganar desde el principio, el deber enfrentarse, no ser la ganadora de antemano.
La maldad contestó, desde muy dentro, recordándola. Eva ya había ganado... Se superó a sí misma, en un pulso igualado. Su conciencia era polvo, era pasado. Había ganado aquella libertad desesperada, y ahora podía perder, perder... perderse.
Llevarse a otros consigo.
El Infierno siempre busca más almas. El calor es mejor compartido.
Abandonó aquel tacto, envuelto, aún frío, y tomó asiento frente a la joven víctima que haría caer esta noche. Estaba decidido. Le dejaría elegir... sólo esta vez, sin influirle, juzgando el poderío de su arrogancia sólo por sus palabras, sin más trucos.
A Eva nadie le daba un "no". No todavía.
Mike Fox Mortal
Mensajes : 70 Fecha de inscripción : 03/07/2013
Tema: Re: ¿Juegas? [Priv. Jugadores de Poker] Lun Jul 22, 2013 6:38 am
Sintió su movimiento seguro, contoneante y seductor. Colocando un pie delante del otro y haciendo que sus caderas se ladearan de un lado al otro como si de un péndulo de hipnotizador se tratase. Femenina y ligeramente cautivadora...
El tapete devolvió el contacto de sus dedos con un sonido rasgado, como arañado y herido, presa indiscutible de sus caricias que iban cargadas de veneno.
Su ¿Buenas? sonó más a provocación que ha respuesta, lanzando una amenaza vacía de actos con una mirada llena de fuego, haciendo que me sienta intimidado durante un instante.
- Es un mero formalismo - consiguió articular a la vez que un nudo se generaba en su garganta, vaciándola de letras y continuaciones. Los dedos de la mujer habían pasado del verde al azul de su chaqueta vaquera, notaba la presión mientras Mike hacía esfuerzo por mantenerse cuerdo entre el movimiento de sus piernas y esa falda tan corta. Buscó su mirada y le respondió al desafío, no tenía nada que perder y el orgullo era su mejor arma. Un vestido negro y unas uñas afiladas no acabarían con él.
- Se juega Poker - Dijo con la tonalidad varonil que era característica en él. Había vencido durante un instante quizás y tenía que aferrarse a ello - ¿Perder? Bueno yo he empezado con 500$, pero... - Añadió dándola un repaso de arriba a abajo - Dudo mucho que tengas esa cantidad. A menos que la tengas entre los pechos -Te estás volviendo un barriobajero Mike- Supongo que esperaremos a alguien más, una partida de Poker entre dos no tiene ningún tipo de emoción y sobre todo pocas ganancias.
Jugueteó un poco con las cartas y lanzó una mano a la joven. Ahora el marcaba el desafío, interiormente sentía que la pelota estaba en su campo y que ahora le tocaba mover ficha.
- ¿Qué te parece una de prueba mientras esperamos? - Depositó un montón de monedas que en total sumaban 100 dolares en el centro de la mesa - Es simplemente por darle un poco de emoción. Y si, me gusta empezar apostando fuerte ¿Juegas? -Veamos de que pasta estás hecha...
Jugueteó un poco con las cartas que se había dado sin mirarlas, simplemente manteniendo los ojos clavados en la joven, esperando su reacción. Las mezclaba y barajaba una y otra vez. Al final, optó por mirarlas y esperar que la suerte estuviera de su lado, si no seguramente quedaría bastante tocada su reputación por no hablar de su orgullo.
Azar Staff
Mensajes : 8 Fecha de inscripción : 06/07/2013
Tema: Re: ¿Juegas? [Priv. Jugadores de Poker] Lun Jul 22, 2013 6:38 am
El miembro 'Mike Fox' ha efectuado la acción siguiente: Tiradas
'Baraja' :
Eva Black Demonio
Mensajes : 45 Fecha de inscripción : 30/06/2013
Tema: Re: ¿Juegas? [Priv. Jugadores de Poker] Mar Jul 23, 2013 6:36 am
Sí, ahí estaba. Podía... ¿olerlo? No. Los miedos no se huelen. La autoestima no tiene un sabor propio. Pero está ahí, se asoma, tan débil e insegura. Incluso en aquel chulo, ahí estaban sus miedos.
Eva se alimentaba de esas dudas, como un villano de Disney que crece y crece y crece mientras los buenos menguan. Que otros tuvieran miedo, ella era el mal ahora. Los demonios no tienen miedos propios.
Sonrío como Cruella de Vil y se sintió más fuerte, más malvada, al borde de esa carcajada absurda que todos los genios del mal se permiten en el celuloide. "Formalismos a mí".
La voz mordaz tratando de enfrentarla hundió la comisura de sus labios, ladeando su sonrisa. ¿Un mártir voluntario? Eso sonaba bien. Romper a un hombre recto puedo ser divertido. Doblar a un hombre duro puede ser placentero.
Dinero.
La carcajada cayó desde sus labios hasta el suelo, como un eco torcido y sugerente. Dinero. Poder y lujo. Sin saber que el único tesoro les late bajo la americana. Siendo pobres y ricos, su riqueza es su alma. No tienen nada más... pobres humanos.
- Oh, puedes cachearme si eso es lo que deseas.
Sus ojos, ahora negros, profundos, llenos de infierno y amenazas, refulgieron, más fuego y menos látigo, calientes. - El dinero no será un problema.
Dejó morir aquella sugerencia, observando las cartas que aquel joven tendía. Tan sólo con tocarlas hacía trampas, observando todo lo acontecido en el local, en esas otras manos, tantas otras jugadas, tantos rostros.
- No desprecies los juegos en pareja. Suelen ser muy intensos.
De nuevo aquellas llamas en sus ojos... pero con cada letra en sus palabras, el deseo sugerido no era cierto. Podría ser sólo un cuerpo un par de horas, sentir, lamer, morder, tal vez jadear. Pero para encenderla hacía falta ser otro.
Dio una nueva calada exhalando aquel humo mancillado hacia el rostro del joven, descarada y tajante.
- Yo sólo juego en serio. ¿Vas?
Y sin mirar sus cartas sonrió como una vieja gloria, una diosa, una estrella del rock, la madre que desvirga a tu mejor amigo, una María con ligas, Bellucci sin sostén, mirándote a los ojos.
Azar Staff
Mensajes : 8 Fecha de inscripción : 06/07/2013
Tema: Re: ¿Juegas? [Priv. Jugadores de Poker] Mar Jul 23, 2013 6:36 am
El miembro 'Eva Black' ha efectuado la acción siguiente: Tiradas
Levantó las cartas, observándolas, mimándolas como si de un pequeño bebe se tratara, una mina de oro que estaba aún por descubrir y, aunque parezca extraño, estas le devolvieron las caricias.
"Dobles parejas" No pudo evitar sonreír, el nunca iba de farol no cuando perder solo significaba que el juego se acababa y que tocaba irse a dormir, iba a por todas sea cual fuera el resultado. Pero ante la frase de la mujer no pudo sino levantar la mirada de las cartas, sorprendido por como provocaba aquella mujer, como buscaba el instinto más primario del hombre, el instinto sexual "Con ese vestido no es demasiado difícil conseguirlo" pensó intentando obviar que la idea de cachearla le había hecho algo de "efecto", se movió en la silla incomodo.
- Esa proposición no dicha a un caballero le puede llevar a complicaciones, señorita - Mierda, le había salido de nuevo la vena empresarial, hablar bien y todo eso... la gente que tenía el estatus que intentaba aparentar apenas tenía estudios. Se encogió de hombros mentalmente y continuó escuchando mientras dejaba las cartas sobre la mesa.
"Y otra vez las palabras calientes y desmedidas... Puede que después de todo si sea una profesional" Se atrevió a pensar "Entonces solo se puede callar con dinero, o en este caso dejándola sin el, así tendrá que buscar mas" continuó pensando mientras ella recogía las cartas dejando una vista sugerente de su escote.
"Mike estate a lo que estás" Se reprendió mentalmente. En el poker, si no estás atento a todo lo más fácil es que acabes desplumado y saliendo por la puerta con el rabo entre las piernas y las orejas agachadas, "Otra vez provocando..."
- Creo que nadie aquí juega en broma, las consecuencias de tomártelo como tal solo puede llevar a acabar apuñalado en un callejón por las deudas Contestó mientras miraba las cartas una, otra vez y buscaba algún gesto que le diera idea de lo que llevaba ella.
"Que narices..." Tenía dinero y había venido a gastarlo, y si por cualquier motivo remoto perdía esa jugada, pues solo tendría que recoger sus cosas, guardar su orgullo para después tirarlo en la primera papelera que encontrara y buscarse otro garito donde entretenerse.
- All in - dijo empujando todas las fichas al unisono al centro de la mesa y mirando con una sonrisa que rayaba el desafió. "Juguemos fuerte entonces"
Eva Black Demonio
Mensajes : 45 Fecha de inscripción : 30/06/2013
Tema: Re: ¿Juegas? [Priv. Jugadores de Poker] Sáb Jul 27, 2013 7:30 am
La superioridad no llega poco a poco. Se instala de repente. Súbita. Gritándote, gritando a todo el mundo. Porque tú eres mejor. ¿Es qué no pueden verlo? Lo eres, cada ápice de ti, cada pestaña. Un simple pensamiento. Tu sonrisa.
Eres mejor.
Y así se sentía Eva. A destellos, constantes, como el flash blanco y negro que engaña a tu mirada en una discoteca. Se sentía superior. Mejor. Se sentía de "otra especie". Y era completamente cierto.
La sonrisa en el rostro de ese mártir sin nombre le hizo la boca agua. Todos parecían carpas. Su lengua era un anzuelo. Uno afilado. Y se enroscaba entre sus labios, peligroso y distante.
La llamó "señorita" y Eva dejó que su risa fluyera, eléctrica y envenenada. Eva no era una dama. Eva era ahora la reina. Y su as de corazones nunca besaba el verde del tapete.
Como una enajenada que exige a Alicia su cabeza, miró al hombre a los ojos. Ese patán, lleno de orgullo e imprudencia, era como una golosina. Y ahora, Eva siempre tenía hambre.
Míralo... -pensó- cree que ha ganado. Y la sonrisa oscura bailó, brava, amenazante. Aún no sabía si deseaba que los demás perdieran o deseaba ganar, únicamente. Puede que todo al tiempo, puede que honestamente, ninguna de las dos la importara realmente.
Dentro, en el vacío certero de su nueva existencia, sabía que había perdido. Pero esa pérdida, el desarraigo de todas sus raíces, era el secreto a gritos de su salvaje libertad, ahora absoluta.
¿A qué jugaba? ¿A qué fingía? Dudó, un instante, mientras el filo de las cartas en sus yemas hacía sangrar su sangre, intencionada y roja, como todo lo auténtico. Como todo lo malo, apetecible.
Lamió la punta de sus dedos, ahora heridos, sintiéndolos sanar bajo su lengua, bañados en saliva, húmeda, salada. Real. Puñaladas o besos, nada dejaba marca en su inmortalidad.
La frase de ese hombre, que se sentía atrevido, incluso poderoso, le hizo retarle por instinto. En ese mismo instante. Alzando sus dos cejas, sugerentes, su mirada puso el punto a la interrogación en sus palabras, respondiéndole.
Negro en la voz y en las pupilas.
- Si quieres estar realmente "dentro" deja las fichas en la mesa y no muestres tus cartas. ¿Quieres apostar fuerte? Se me ocurren más juegos... peligrosos.
La invitación velada dejó la insinuación para ser fuerza, descarada. Apoyó sus tacones en la mesa, empujando su silla y su figura, para cruzar las piernas lentamente, despacio y a medida, abiertas frente a él. Los demonios eran negros también, entre sus muslos.
- ¿Vienes?
Sin preguntar y sin pedir permiso, dejó las cartas en la mesa, incorporándose. Las puertas del Infierno eran enaguas, el azabache delicado que se ceñía a sus piernas. Esta noche.
El mundo y los pecados les esperaban fuera.
Eva no había perdido. Porque Eva no jugaba. Eva tan sólo hacía jugar a otros, contra todos sus límites. Bajo sus condiciones.
Mike Fox Mortal
Mensajes : 70 Fecha de inscripción : 03/07/2013
Tema: Re: ¿Juegas? [Priv. Jugadores de Poker] Dom Jul 28, 2013 7:45 pm
Noté su mirada, felina. Denotaba que nada bueno pasaba por su cabeza, que al parecer las cartas no acaparaban su atención como lo había hecho conmigo. Las acariciaba por el filo, incluso llegó a cortarse llevándose le dedo a los labios y absorbiendo el líquido carmesí con su boca, sensualmente.
La invitación fue algo inesperado, atrevido y para nada desagradable. Fue algo que hizo que por un momento se olvidara de las fichas, de las cartas y centrara su atención en la señorita, "¿Cuando ha dejado esto de ser una partida de cartas?" pensaba mientras veía los tacones sobre la mesa y el movimiento de la silla hacía atrás.
El era un hombre, se consideraba heterosexual, al menos hasta el momento. Por lo que el sendero que dibujaron sus piernas abiertas eran como el camino que lleva al cielo, el sendero a seguir para conseguir la medalla, el premio gordo. Un gemelo definido, un muslo carnoso y de un tamaño adecuado para dar finalidad a... "¿Pero como?" abrió los ojos al comprobar que al final del sendero, al final del arco iris esta vez si había la marmita de oro. La luz era tenue, nada clara pero lo que si estaba claro es que no llevaba ropa interior, que el centro de sus piernas le hacía un reclamo personal, directo.
Era evidente que no había pasado desapercibido para él, que sus ojos se habían perdido en el aliciente principal de la sugestión, "¿Cómo no hacerlo?" lo imaginó húmedo y la presión en sus pantalones le hizo volver a la realidad, cosas que tiene el llevar ropa rígida y ligeramente apretada...
"¿Vienes?" la invitación era real y continuaba en otra habitación, mas privada. Llevó la mano al pantalón aferrándose a la presión y moviéndola para sentirse un poco más cómodo mientras sus pensamientos ya estaba en otro lugar, quizás en un baño de ese mugriento local, con los pantalones bajados a la altura de las rodillas y el vestido negro subido por encima de la cintura, el pelo aferrado en una de sus manos y la otra presionando en su cadera, obligándola a agacharse un poco sacando su trasero hacia fuera, recibiéndole con fuerza una y otra vez.
Seguramente los colores se le habían subido a la cabeza con los pensamientos que se le estaban pasando por la cabeza. Pero respirando hondo intentó recuperar el control y volvió a tomar las cartas, intentando pensar en otra cosa. Ciertamente no le gustaban las cosas fáciles, hubiera preferido que esa invitación hubiera llegado cuando no la quedara dinero, cuando su cuerpo fuera el único objeto de valor que le quedaba encima. Una pena que le gustara tanto el control pues estaba desperdiciando un polvo fácil.
- Creía que aquí se venía a jugar al poker, de echo eso estábamos haciendo hace un momento y me gustaría seguir. Si lo que buscabas era sexo dime un lugar y cuando acabe de aquí iré y entraré "dentro", quizás incluso comparte parte de lo que gane esta noche contigo. Puede que lo deje en tu mesilla ya que en la ropa interior lo veo difícil de colgar - Eso ya se parecía más al juego al que le gustaba jugar. Ahora la pelota estaba en su terreno y pensaba regatear con ella hasta que se la quitaran.
- Es tu decisión - Terminó diciendo.
Eva Black Demonio
Mensajes : 45 Fecha de inscripción : 30/06/2013
Tema: Re: ¿Juegas? [Priv. Jugadores de Poker] Miér Jul 31, 2013 10:53 am
¿Puede un demonio saborear el pecado? Oh, sí. Ahí estaba, emanando de él como un aroma conocido, una fragancia densa, pegajosa. Vanidad y soberbia, en cada poro.
Ese hombre, frente a ella, había renunciado al sexo para sentir el poder. "Ese poder" que te permite rechazar a otros. Que te susurra que tú estás por encima, que los demás deberían tan sólo arrodillarse. Conformarse con lo que tú les des. Migajas...
Eva sonrió, dañina y afilada, como una daga que se esconde entre las medias de cualquier asesina, disfrazada de monja. Pero no había más máscaras. Eva era Eva, al desnudo, vestida solamente por la noche de seda en su vestido. En puro, en bruto, sin rebajas.
Bien... había una presa, mirándola a los ojos. No daría un paso en falso, aguantaría sin dudas su mirada, como el cazador que prepara su arma sin perder de vista a su víctima, acechándola, midiendo voluntades.
Las palabras sonando aún en su mente... "jugar al poker... buscar sexo"... Eva rió, sin llegar a enunciar su respuesta, enunciándola en cada carcajada. ¿Un ciego puede ver su propia oscuridad? ¿Se sabe ciego o cree que el mundo ha perdido su brillo? El hombre frente a ella no entendía, no sabía, que las cartas en la mesa eran pecados. Manchándole las manos.
Tan sólo unos minutos, un simple par de gestos, y ahí estaba. La presunción entre los labios, vara de mando en las palabras, fusta en la concepción "del otro". Sí. Ahí estaba. Todo el sadismo, toda la superioridad, siendo semilla.
Eva la regaría, con mimo. Porque era suya. Sembraría cada odio, la impertinencia y el desprecio, la injusta petulancia. La acunaría. Y después, cosecharía el sabor de esa victoria. La herrumbre de ese alma, ya enfermiza, rogando por veneno y perversión.
- Bien.
Marcó la pausa, enfatizando la tensión entre ellos. La expectación, el silencio, los segundos, transcurriendo.
- Yo ya he perdido. ¿Qué vas a hacer tú?
¿Seguir perdiendo? Un trozo de tu alma será mía cuando muera la noche.
Alzó sus manos, vacías, desnudas, llenas de errores vacúos e invisibles. Manos expertas y arrogantes, que saben subyugar y olvidan las caricias. Manos que saben doblegar, que ahogan, que marcan, que poseen.
Ahora, la verdadera esencia del humano se mostraría ante ella. Casi podía sentir el arrebato, la indignación futura, la humillación tan próxima. Anhelaba ese alarde de grandeza, la prepotencia de ese extraño, deseando maltratarla.
Despacio, como una mariposa, desplegó poco a poco la fuerza de su aura, llenando el área de otros egos, enfatizando el suyo y el del joven. Frente a él, esperando su ira, el despotismo, se sentía como Dios, y no un Demonio. O puede, que ese fuera el pecado de su alma. El que siempre volvía, el que la hizo caer, el que haría caer a otros.
Spoiler:
Aura de Soberbia: Eva enfatiza los superyo de las personas a su alrededor, que repentinamente van mejorando su propia visión de sí mismos, en detrimento de la imagen que ven en los demás.
Mike Fox Mortal
Mensajes : 70 Fecha de inscripción : 03/07/2013
Tema: Re: ¿Juegas? [Priv. Jugadores de Poker] Sáb Ago 03, 2013 6:15 am
¿Qué era eso?¿Resignación?¿Acaso le estaba retando? la joven había mostrado sus manos, vacías, seguramente como su orgullo. No se puede ir de algo que no se es, no se puede apostar con algo que no se tiene y sin dinero... Quizás sería mejor que se hubiera quedado en casa jugando a las muñecas en vez de ir fingiendo algo que no se es o pretender cambiar algo con unas piernas largas y una falda corta.
- Seguir jugando, creo que esta noche estoy en racha - Respondió solemnemente.
No sabía porque pero desde hacía un momento se sentía como "mejor" más seguro de si mismo y de sus posibilidades. Era como si un nuevo yo surgiera de sus adentros y dominara al que había estado presente toda la noche.
- Puedes hacerme compañía si quieres, quizás incluso me des suerte - Contestó con una sonrisa mientras volvía a mezclar las cartas en sus manos y colocaba las fichas de una manera casi psicótica otra vez donde estuvieron antes - Para jugar parece que realmente como yo había dicho, no estás preparada, además de que no tienes dinero. Aquí se juega con dinero ¿Sabes? -Era raro ver una mujer en una mesa de poker. Era prácticamente lo primero que había pensado nada más verla, bueno eso y en otras cosas, tenía ojos en la cara.
- Además de que vendrías bien para distraer a los oponentes - continuó regocijándose en su victoria, aunque en realidad había sido completamente absurda y lo único que había conseguido era aumentar su ego - A menos que tengas otras cosas que hacer claro está, una noche como hoy seguro que te lo pasarás mejor en otros lugares, más acordes - Sintió que esa última frase iba a doler, pero la dejó caer como cuando la colilla del cigarrillo se desprende entre tus dedos y se esparcen pequeñas chispas al golpear con el suelo.
Quería ver si la gatita tenía garras o solo aparentaba ser una fiera que con el correctivo correcto se mecería y ronronearía pidiendo caricias. Puede que, incluso se humillaba lo suficiente, le dedicara algo de tiempo.
Eva Black Demonio
Mensajes : 45 Fecha de inscripción : 30/06/2013
Tema: Re: ¿Juegas? [Priv. Jugadores de Poker] Sáb Ago 24, 2013 10:24 pm
Eva rió, sintiendo que sus dientes eran casi colmillos, con su aura desplegada. Su ya ensanchado orgullo parecía palpitar al ritmo cínico y caliente de esa maldad ahora contagiada, compartida. Su reino era la noche, y el pecado.
Y ese simple mortal aún no lo comprendía, perdiéndose más y más dentro, en una trampa obvia y abierta. Sin ocultar el muelle a aquel ratón que sólo veía el queso.
- ¿Tú crees? Has ganado una mano. Y la noche es muy larga. No todos buscan lo que yo. Deberías tener cuidado, puede que finalmente pierdas. Más de lo esperado.
Volvió a mirarle, siguiendo aquellas manos presumidas y ansiosas, dejando huellas de ambición sobre las cartas. Oh, el dinero. Otros caídos abogaban por él para empañar los corazones. Y su hechizo era intenso. Pero no es la codicia la que te incita siempre a cerrar un buen trato... con el Diablo. Es la errónea creencia de que saldrás ganando. Soberbia, vanidad. Un verdadero cántico.
- Ya sabes lo que dicen. Hay cosas que no se compran con dinero. ¿Verdad? Seré una de esas chicas, tontas, que aún creen en los refranes.
Un mohín en su barbilla y en sus labios, inocencia fingida a todas luces. La sonrisa perversa que no muere del todo, prendida a su mirada, asida a sus pestañas. Pero era cierto. La redención era un ejemplo de ello. ¿Qué harás con esos dólares cuando tu alma sea negra, chico rico?
Ahora trataba de insultarla, y sin embargo ella se sentía renovada, embriagada en esa infame superioridad en la que se regodeaba. Bienvenido al Infierno, jovencito. Sigue así un poco más, y arderás en las llamas.
- No creas. Hay algo en el ambiente que me hace sentir cómoda. Casi, como en casa. ¿Tal vez sea tu sonrisa? O el desprecio en tu boca. Sí. Me gusta ese desprecio. ¿Eres así en la cama?
La joven recatada que una vez había sido disfrutaba "perdiendo los papeles". Subíendose el vestido. Haciendo insinuaciones. Tan sólo hubiera deseado descubrirlo ella sola. Un poco antes. En una habitación, lejana, dónde sonaba un chelo errático.
Un recuerdo empañado en su memoria. Que de algún modo, la empujaba a perder. A repetir la escena en su cabeza, mientras mancillaba su cuerpo y el amor. Cualquier reminiscencia de esa ella... del pasado. Y de esa compañía.
¿Qué dirías ahora al verme? ¿Seguirías sonriéndome? Porque yo... no lo creo.
Mike Fox Mortal
Mensajes : 70 Fecha de inscripción : 03/07/2013
Tema: Re: ¿Juegas? [Priv. Jugadores de Poker] Sáb Ago 31, 2013 5:49 pm
Las frases de la chica hicieron que me riera por dentro, intentando sembrar la duda en mis actos, en mis pretensiones. En mi fuero interno sabía que sus palabras estaban cargadas del dolor que tiene la derrota, la facilidad con que el orgullo se ve mancillado después de ir de farol y perder estrepitosamente "Esto es terreno para adultos, niña" pensó a la vez que la sonrisa se le volvía a escapar entre la comisura de los labios.
- Lo importante es pasárselo bien (mentira) y si pierdo, siempre tengo más. Es lo que tiene cobrar la paga extra en el trabajo, el dinero abre demasiadas puertas y hoy me siento afortunado quizás me vaya con el doble de lo que traigo o quizás no, pero tengo una corazonada - sus palabras sonaban creíbles pero realmente detrás de todas ellas estaba el colchón económico que tenía y el "Pues si pierdo, siempre tengo más"
Sus frases continuaron, haciéndose la inocente o bueno, fingiendo más bien que lo era pues con las actitudes que había tenido antes había demostrado que estaba lejos de la inocencia y que sus curvas habían estado en manos de muchos antes de pasearse por aquel local esa misma noche.
- Créeme, de clase media a clase media (mentira de nuevo) todo se basa en la cantidad. He conocido gente ruda que decía lo mismo y solo tenían que añadir un cero más para transformarse en perritos falderos. A veces la necesidad es más fuerte que la propia dignidad solo espero que no lo necesites nunca, sería una pena - Ciertamente sabía que todo el mundo tenía un precio, que por más o menos la gente se rendía a tus necesidades, voluntad o placeres. Él, por ejemplo, tenía chicas a su servicio, porque si. Además tenía claro que podía pedirlas cualquier cosa que, quizás con un poco de reticencia al principio, terminarían haciendo.
De nuevo volvió al tema secundario. Después de volver a tratar temas de dinero, volvía a abogar por su instinto más primario, ese que se esconde debajo del pantalón de un hombre y que es fácil de sacar a la luz con un buen juego de palabras y sugestiones.
- ¿Acaso te gusta jugar duro en la cama? Se puede ser de muchos modos y sabría darte caña y puede que quizás unos buenos azotes si los necesitaras. Pero esto no va de sexo, no puedes intentar obviar el hecho de que has perdido haciendo que me fije en otras cosas, jugando en aquello que sabes que tienes ventaja - hizo una pequeña pausa barajando las cartas entre sus manos y echándole un último vistazo - Puedes ponérmela dura pero no estamos tratando eso esta noche, si quieres puedes dejar tu número por ahí y quizás una noche de estas te llame. Aquí se juega al poker o juegas o lo dejas.
Eva Black Demonio
Mensajes : 45 Fecha de inscripción : 30/06/2013
Tema: Re: ¿Juegas? [Priv. Jugadores de Poker] Dom Sep 15, 2013 10:07 am
Alguien podría creer que siendo un demonio del orgullo Eva encontraría aquella conversación interesante. Alguien que no la conociera. Podría esforzarse más por fascinar a aquel cretino de una vez y obtener un suspiro, tal vez una de esas miradas llenas de adoración. Pero... ¿para qué? Estaba claro que ese hombre, disfrazado de otro, no era realmente un premio.
Para un demonio, o tal vez sólo para Eva, corromper a un corrupto no sabía igual de bien. No tenía gracia. Y cada nueva frase, cada nueva actitud, desollaba jirones de esa imagen banal de hombre con mucho que perder. No. Ese alma ya había elegido su pecado, pero no era soberbia. Ni siquiera el deseo que había incendiado sus cabezas duró lo suficiente. Ese hombre ya estaba decidido, iría al infierno rodeado de billetes.
Si había algo que Eva encontraba aburrido era el dinero. ¿Qué juego ofrece lo que puede comprarse? ¿Lo que puede venderse? No. Eva, serpiente adicta a ofrecer la manzana, amaba sólo aquello que te prohíbes y deseas que te fuercen a aceptar. Amaba sugerir, tentar, alimentar anhelos... Y puede que esta vez si alguien conociera realmente a la Eva tras las máscaras supiera comprender que amaba ese papel porque era ese guión el que hizo caer sus alas. Pluma a pluma, pudor a pudor.
Sonrió, mezquina, y acarició el cabello de ese humano, anodino, como un hermoso rostro que te hastía hasta la muerte una vez iniciada la conversación. - Me gusta jugar duro, no sólo entre las sábanas. Pero te falta mucho para llegar a comprobarlo, al menos esta noche. Puede que cuando ansíes ser realmente un ganador y no el dinero, la providencia quiera que me encuentres. Has ganado una mano pero no mi atención. Puede que en realidad si seas afortunado, o tal vez, sólo insípido. Cuestión de perspectivas.
Rió, metálica y afilada, a pesar de ese óxido rojizo en su carmín y en su mirada. Desganada y abúlica, sin encontrar realmente un reto. Nada capaz de superar al "y si" en su memoria, en sus secretos, en sus labios. Nada capaz de hacerle sombra a ella. Ni siquiera el pecado. Repetido.
Sin despedirse, Eva deslizó su caoba una última vez por ese hombre, saboreando los últimos retazos de su aura, apagándose, como sólo las brasas saben morir ahogadas, palpitantes.
Rió, desandando sus pasos, sin saber si la noche era su reino o su castigo, si el negro de su pecho era un digno rival del telón azabache envolviendo ya el cielo, si ese vacío con nombre propio seguiría devorándola o llegaría a extinguirse.
Sin ganas de respuestas. Por ahora. Esperanzada sólo por una copa de champán, la música del Limbo, el cuero blanco. Su tablero perfecto, su espejo preferido. La idea cortante, el doble filo de esa tregua. Que para Eva era realmente el campo de batalla.