La Tierra no era el único planeta habitado en el universo, y definitivamente la humana no eran la especie más poderosa, mucho menos la más peligrosa. Sin embargo, esa teoría aún estaba por ponerse a prueba. ¿Y si existiera una especie similar a la nuestra, aún con insólitas capacidades y procedente de un planeta tan semejante al nuestro, a miles de años luz de nosotros?
Antar, un hermoso planeta gobernado por la familia real desde hacía eones, sufría una guerra civil tras la rebelión de su Comandante en jefe, Kivar. Su causa tenía razón de ser, según él. El pueblo Antariano debía crecer, evolucionar, explorar nuevos mundos en pos de nuevos recursos; debían mostrar su superioridad ante otras especies y sacar a la familia real del poder, ya que evitaban el avance de su pueblo. Para Kivar y la mitad de la población Antariana, quien se había decidido a seguirlo, la monarquía debía llegar a su fin.
Así Kivar engatusó a la princesa Vilandra - prometida con Rath, el segundo al mando y mejor amigo se su hemano, el rey Zan - y la enamoró, haciéndole creer que tenía buenas intenciones y que trataría de razonar con el joven rey. De esa manera el conflicto acabaría y al final podrían llegar a estar juntos. Vilandra, cegada por el afecto que sentía por él, le abrió las puertas de palacio durante la noche de la celebración del cumpleaños de la reina Ava. Aquello desencadenó en la muerte de los cuatro de la realeza y en la toma de control de Kivar del gobierno de la nación.
Pero no le resultó tan fácil. El consejo real estaba preparado para una desgracia de ese calibre, así que utilizaron el ADN y la esencia del los reyes, la princesa y su prometido y lo utilizaron para clonarlos, en una nave en la que supuestamente habían huido tanto el consejo como los supervivientes de la corte y sus familias. La realeza podría renacer en un lugar seguro.
La nación estaba dividida en dos bandos muy igualados, los seguidores de Kivar y los fieles al reinado de Zan, quienes consideraban al comandante un traidor y un asesino, y la guerra civil continuó.
El destino de los que escaparon era un secreto muy bien guardado, un último recurso, un lugar muy lejano en el que muy pocos Antarianos habían puesto un pie. Durante el largo trayecto, los cuatro de la realeza fueron clonados y guardados en cámaras criogenizadas, hasta que les llegara el momento de despertar.
Se dirigían a un planeta de atmósfera y vida acorde con su antiguo hogar, un lugar que ya había sido preparado para su llegada, ajena a sus habitantes. el planeta se llamaba Tierra. Sin embargo, la colisión con un pequeño cometa muy cerca del campo gravitatorio de la Tierra dificultó el aterrizaje de la nave, que no pudo pasar si ser detectada como debía haber hecho y colisionó en el desierto de Roswell. Remontémonos al verano del año 1947.
Consiguieron escapar, a duras penas y sabiendo que su nave sería confiscada por fuerzas terrestres. Gran parte de los tripulantes huyeron y se mezclaron con los humanos; el consejo se dirigió al Granilith, un poderoso artilugio situado en una cueva oculta en el desierto de Nuevo Mexico, construido por sus antepasados quienes habían descubierto el planeta. Se trataba de un portal, capaz de viajar entre ambos mundos. El otro extremo del portal estaba situado en una selva de Antar, oculto a ojos de Kivar.
Colocaron las cámaras en la cueva, junto con el libro que contaba la historia de su pueblo y la de su viaje, y allí dejaron a los niños. Asignaron a un guardián, el cual los guiaría en el momento en que salieran de las cámaras y los criaría para volver a ser quienes una vez fueron, así en el futuro utilizarían el portal para volver a su hogar y enfrentarse al traidor y a su gente, tomándolo por sorpresa.
***
Las señales estaban ahí, pero nadie quiso darse cuenta hasta que fue demasiado tarde.
Para ellos, todo comenzó con un golpe de estado, una rebelión que pronto desencadenaría en la muerte de su líder más justo. Para los humanos, el cambio comenzó en Roswell, Nuevo Mexico.
1989.Un hombre de rostro cambiante sale huyendo de la cueva con una niña pequeña de cabellos dorados, envuelta en mantas. Con él se llevó el libro antiguo.
Dos hermanos, niño y niña, de unos seis años de edad fueron encontrados en medio de una carretera desierta, desorientados y sin ropa alguna.
Al día siguiente, otro niño con las mismas características fue encontrado en la misma zona.
1999-2000-2001.Con dieciseis años Max Evans (Zan) salvó la vida de Liz Parker, la joven a la que amaba desde que era niño; acto que los expuso a él, a su hermana Isabel (Vilandra) y a su amigo Michael Guerin (Rath) ante los ojos de los humanos María De Luca, Alex Withman, la propia Liz, y poco después al Sheriff Valenti y a su hijo Kyle.
El FBI tampoco lo dejó pasar.
Los adolescentes descubrieron más sobre sí mismos, se enamoraron mientras trataban de esquivar al FBI, encontraron al último miembro de su grupo, Tess (Ava) y a su desaparecido guardián, Nasedo. Pronto descubrirían que su supuesto guardián había estado confabulado con Kivar desde su llegada a la tierra, habiendo revelado la existencia del Granilth, que Tess también formaba parte de su traición y activando una señal que daba a conocer a sus enemigos y al resto de los antarianos que habitaban en la tierra que los cuatro de la realeza al fin estaban vivos.
Al final, Tess asesinó a Alex tras utilizar sus conocimientos para activar el portal. El grupo la descubrió e Isabel acabó con ella sin un solo ápice de remordimiento ni resentimiento por parte de Max, quien siempre había amado a Liz . Pero resultó demasiado tarde, Tess había conseguido activar el portal. Kivar y los suyos estaban de camino.
Y cómo no, el objetivo de Kivar para entonces era tomar la Tierra y acabar de nuevo con el antiguo rey y los suyos. Antar, con los años y la prolongada guerra civil se había convertido en la sombra de lo que una vez fue, ¿quién iba a impedirle tomar un planeta habitado por seres inferiores a él?
Max, Liz y compañía huyeron del pueblo, llevándose a sus familias consigo, buscando refugio mientras se preparaban y mentalizaban para una guerra inminente.
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2003.La amenaza se dio a conocer al mundo y el caos se desató. Los antarianos ocultos y su descendencia - conocidos como híbridos y poseedores de poderes similares a los seres del otro mundo - fueron perseguidos. La gran mayoría se unió a Max Evans, su legítimo rey; otros se unieron a Kivar por miedo y otros pocos buscaron escondite, evitando tomar partido alguno. Con los humanos fue más de lo mismo; un puñado siguió a Kivar por temor a ser aniquilados, otros se unieron a la resistencia de Max, sabiendo que si alguien podía derrotar al tirano ese era él mientras que los ejércitos se regían por sus propias normas. Se dedicaban a experimentar con armas, a cual más novedosa y letal y las usaban contra Kivar y sus tropas, quien tenía como base todo el estado de Nuevo Mexico, pero él parecía ir siempre un paso por delante.
2006-2012.Fue sabido que Max y Liz Evans, así como Michael y María Guerin tuvieron descendencia. Isabel Evans y Kyle Valenti los siguieron poco después. La guerra se extendió al resto del mundo. Algunas naciones fueron rindiéndose y aceptando el nuevo liderazgo, otras pocas fueron convertidas en refugios y en zonas seguras para los humanos. Otras fueron borradas del mapa.
2017.A comienzos de ese año un atentado acabó con la vida de Max y su esposa, abriendo consigo una brecha de seguridad en el corazón de la resistencia que provocó un ataque y que tuvo como consecuencia el asesinato de Michael, Maria y de su hija menor, así como la muerte de Kyle y la captura de Isabel.
Isabel murió poco después, a manos del mismo Kivar.
2035.En la actualidad. La población humana ha disminuído considerablente, y los nacimientos de híbridos se hicieron cada vez más frecuentes, consiguiendo así que gran parte de la población mundial poseyera dones extraordinarios. Tras la muerte del rey, los ánimos cayeron en picado, y Kivar se sintió victorioso hasta que supo de la desaparición de los hijos supervivientes de Max, de Michael e Isabel.
Son ellos ahora los que lideran la nueva Resistencia. La Tierra es su hogar y piensan eliminar a Kivar y liberar a su gente, tanto humanos como antarianos, cueste lo que cueste.
Portia R. Sabbagh