“Las cosas estaban al parecer mejor que nunca en Forks, sin embargo el Amanecer no dura para siempre y las cosas desde hace dos años atrás se han comenzado a poner peligrosas”

Los Cullens, ahora ya no solo se ven amenazados por el insistente Aro y su guardia para formar parte de ella, si no que los Rumanos le han declarado la guerra también como resultado de detener—la tan esperada—batalla cuando Renesmee aún era una pequeña niña. Es así como el dúo Rumano ha comenzado a llamar la atención de todos los vampiros del mundo y por primera vez en mucho tiempo han hecho uso de sus dones pues pretenden formar un aquelarre más grande que cualquier otro e ir en contra de los Cullens y de sus enemigos jurados, los Vulturi.

Carlisle por su parte ha tomado una decisión, es momento de dejar Forks y mudarse a Phoenix, ya que al ser un lugar donde el sol priorizaba no sería peligro para ellos por el momento. Sin embargo las cosas no serán tan fáciles, ya que una adolescente Renesmee se niega a viajar alejándose así de el alfa de los Quileutes, Jacob Black. Luego de varias luchas, discusiones con su familia y un gran esfuerzo de parte del alfa para dejar su manada Renesmee logra que Jacob también los acompañe, lo que no sabe ninguno de ellos dos es lo que les espera en la nueva ciudad y peor para Nessie pues por primera vez se verá amenazada a perder a su imprimación.

Por otro lado Bella ha estado disfrutando mucho de su nueva vida tanto que hasta parecería injusto, ha llevado bien la idea de no tomar sangre humana y hasta un encuentro frecuente con Charlie que es bastante reservado, pero…. Que pasara cuando Reneé al saber por el padre de su hija de su mudanza exigirá ver no solo a su pequeña si no a su nieta también…y más aún cuando Reneé no encuentre mejor oportunidad que un almuerzo al aire libre.

Edward, Emmet, Rosalie, Jasper y Alice por su lado se siente más que prisioneros ya que por mucho tiempo han podido mezclarse con los humanos sin poner en evidencia su inmortalidad, pero ahora que viven en un lugar soleado no pueden tener el mismo ritmo de vida. ¿Comenzaran a levantar sospecha entre los vecinos del lugar? ¿Ellos se conformaran con las noches solamente? Esta situación le hace pensar a Alice Cullen seriamente si es oportuno dejar a su familia por un tiempo, ya que no le parece adecuado exiliar a su hijo Daniel a la vida de un vampiro común, quiere darle la oportunidad de disfrutar sus días como un niño normal y eso la hace pensar en que decisión sería mejor.

En Rumania Vladimir a tomado la batuta de entre los dos hermanos y es considerado como el líder principal de su grupo, junto con su hermano han comenzado a manipular las mentes de otros vampiros—gracias a su don el cual consiste en manipular los recuerdos de los seres y formar su propio pasado a elección por su lado Stefan cuenta con un don muy parecido a Jasper la única diferencia es que si la persona afectada por su don se topa con algún miembro importante de su pasado recuerda los sentimientos ante esa persona sin necesidad de tener sus recuerdos—es así como ahora la dupla se ha vuelto un aquelarre y los miembros se han vuelto siete vampiros astutos dueños de grandes dones.

En Volterra algo está sucediendo se prepara algo grande y un secreto es puesto en descubierto. Todos conocemos a los principales guardianes de Palazzo, los más fuertes, los mejores…O mejor dicho eso es algo que Aro y los reyes nos quisieron dejar ver, en realidad algo se esconde, algo que no creeríamos pasar....los guardianes que creeríamos los menos importantes guardan un gran secreto; Chelsea, Afton, Corin y Thiago son los verdaderos guardianes de Palazzo los cuales tienen un pequeño clan dentro del mismo castillo los Guardians of Blood los cuales en las tinieblas son encomendados para estudiar a los antiguos y nuevos vampiros que se suman a este mundo negado por los humanos; a este pequeño grupo se le considera como una familia y es reconocido como tal entre los otros miembros de la guardia. Pero resulta que al final la familia ya no es tan “unida” como parece y entre Afton y Chelsea están pensando sinceramente en dejar la guardia.