Físicamente soy un hombre de complexión fuerte, desarrollada por el ejercicio físico, en el cual la disciplina y la constancia han hecho mella en mi forma corporal. Soy un hombre alto, de aproximadamente 1,90 metros de estatura, de piel blanca y nívea, con mi torso perfectamente formado cubierto por una leve capa de vello áureo, con un rostro atractivo con una barba desarreglada, que desata pasiones entre las mujeres, pero frío como una escultura hecha en un bloque de mármol, una estatua de hielo elaborada en invierno para atraer las miradas.

Mi pelo es de un color castaño claro, propio de la zona en la que nací, en la antigua URSS, con unos ojos de color azul como el zafiro, como la superficie de Neptuno, son unos penetrantes cuchillos cerúleos con los que te atrapo, te seduzco, te incito poco a poco a que caigas en mi juego, a que sucumbas al frenesí descontrolado que te ofrezco. De mi garganta una voz grave y profunda te incita, seduce al oyente, siendo la araña demoníaca la que atrapa a pobres moscas a caer en la tentación. En mi homoplato tengo un tatuaje, hecho en un acto de rebeldía cuando aún no había perdido las alas, ¿el qué es te preguntarás? Mejor averígualo por ti mismo, tú, que ahora me estás leyendo.
Mi cuerpo suele estar cubierto por prendas de colores oscuros, de rojos, eso suele primar en mi fondo de armario. También es inseparable en mi las chaquetas de cuero, mi colgante con una chapa en forma de corona de tres picos, y otro con una chapa militar con mi nombre, recuerdo de cuando era un antiguo soldado de la URSS.

 




Un hombre siliencioso y con mucho caracter. Es muy cabezota e impulsivo. Alguien con mucho carisma y gran facilidad con las mujeres (y eb algunos casos, hombres), siempre suele estar metido en algún lío y faldas y siempre suele salir airoso, bien sea a base de sembrar la discordia entre el resto usando su aura, empleando su influencia dentro de los bajos fondos de Las Vegas o incluso recurriendo a la posibilidad de deshacerse del problema por métodos de dudosa moral y ética

Alexey sigue sus creencias y principios a rajatabla y si no hay algo que le guste y se interpone en su camino lo erradica con facilidad. Es muy inteligente, un frío estratega,  calculador, y en las situaciones de riesgo siempre piensa con la cabeza fría. Pero también se deja llevar con facilidad por sus impulsos. Posesivo y celoso, cuando alguien considera que le pertenece lo marca como suyo, intenta impedir por cualquier vía que se aleje de él porque él así lo desea. Es muy cruel, mezquino e insensible cuando se lo propone. Cuando se pone muy nervioso puede llegar a solucionar un problema con los puños. Le encanta hacer sufrir, es sádico, cruel y disfruta siéndolo. Adora que por su culpa dos personas se maten entre ellos, que haya sufrimiento por su causa, alimentando así su ego . Es muy egocentrico y le gusta quedar por encima de los demás, autoproclamarse el rey de esa ciudad de la decadencia, del juego y del pecado.

Alecey nació como humano en la Rusia de los años 30, cuando esta era la URSS, antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial. Su familia era una familia obrera normal, integrada por sus padre y su hermana pequeña, Natasha. Su infancia fue la infancia que cabía esperar en un niño de esa época, se le adoctrinó con los ideales comunistas del gobierno, ayudaba a sus padres con las faenas y con la crianza de su hermana. Fue a la escuela y aprendió a leer y escribir. Cuando cumplió la edad necesaria, entró en el ejército rojo como ordenaba el Gobierno. En esa época su vida estuvo llena de cambios. Por un lado, se sumió en una depresión por la muerte de su hermana a manos de unos borrachos de su pueblo, por otro lado, conoció a Kayla, una joven que había ido a vivir temporalmente a la URSS para completar sus estudios de ingeniería desde Inglaterra, justo cuando él se dirigía a matar con sus propias manos a los causantes de la muerte de su hermana. Con el tiempo el amor entre ambos floreció y fue correspondido. En realidad Kayla era un ángel y poco a poco fue haciendo que Alexey también se ganase las alas, haciéndose un ángel también. Esto fue ya en los años 50, cuando él tenía sus 25 años.

Pasaron más años aún, llegando a los años 80. La pareja  vivía en ese entonces en Italia, en una finca de la Toscana. Kayla se dedicaba a cuidar una pequeña granja que ahñi había con su huerto y Alexey trabajaba en una panadería, una vida tranquila y sin preocupaciones en la tranquilidad y belleza de los campos italianos. Pero Kayla de la noche a la mañana abandonó a Alexey, había hallado el amor en brazos de otro mortal, un mortal que ella veía que la necesitaba más que Alexey, por lo que desapareció dejando una triste nota de despedida en el lecho conyugal de ambos.

Alexey montó en cólera, destruyó el que había sido por muchos años su hogar, mató a los animales que su amada con tanto esfuerzo criaba quemándoles vivos, mató el huerto con herbicida y sembró sal en la tierra para volverla yerma y estéril y prendió fuego a la casa. Se dedicó a rastrear a la fugitiva y a su amante para finalizar su venganza. Los persiguió por todo el país hasta llegar a Sicilia, ignorando los gritos y llantos de súplica de Kayla, mató de una forma lenta y dolorosa a Eric, haciendo que ella tuviese un castigo peor que la muerte al no poder morir por ser un ángel. A ella la abandonó riendo cruelmente mientras ella estaba llorando la muerte de su amante con el cadáver de este entre sus brazos. El acto de acabar con la vida de un mortal fue lo que supuso su caída, había segado una vida en vez de salvarla, por lo que ahora se convirtió en un demonio, cambió totalmente su vida. Decidió mudarse a Estados Unidos, país que en su época humana había aborrecido con todo su ser, instalántadose en Las Vegas, la capital del juego e instalando ahí su propio juego. Un juego sórdido, sembrado de sangre y de muerte, del continuo devenir de papeles esmeralda. Unjuego en el que se cambiaban drogas, armas y mujeres, un juego llamado mafia en el que Alexey se había coronado como rey en la ciudad.  

 


Gustos:Disfrutar de la compañía de un hombre o de una mujer de buen ver, que sea una presa decidida y fuerte para tentar, el sentir la sangre de otro salpicar sus puños o su arma, también gusta del contacto asiduo con los demonios, es con sus semejantes con los que más contacto entabla a la hora de negociar con su mafia, consiguiendo subordinados entre los más débiles que él al someterlos personalmente, compañía e incluso amistad y aliados. El poder es su adicción, le encanta saber que ha ganado, las mielees del éxito son como la cocaína para un drogadicto o como un barco cercano para un náufrago. El tabaco es otro de sus vicios. Tiene guardada siempre una cajetilla de Marlboro en los pantalones, no le importa la salud, puesto que él no puede morir.

Odios: Los lloricas, los ángeles, la justicia, la paz, la bondad y la luz, los clérigos, los creyentes, que se le lleve la contraria, que toquen lo que o quien él considera como su propiedad, es extremadametne celoso con sus cosas, odia sobretodo no tener el control de la situación en la que se ve encuelto